Feminismo transfronterizo

Francisca Magnani Orellana

25 de julio, 2023

El día 16 de junio compartimos en una nueva jornada del Te-Cito Feminista de Vértice Urbano junto a Eva Cano Plaza, quién es geógrafa, activista e integrante de la Cátedra de Estudios de Género en la Universidad de Valladolid. Y actualmente doctoranda en Patrimonio Cultural y Natural, Historia, Arte y Territorio en la misma universidad. 

Eva en su investigación ha estudiado la inserción laboral de mujeres dedicadas a actividades agrícolas, temas ligados al desarrollo, al ecofeminismo y metodologías con perspectiva de género en estudios territoriales. A partir de esto, durante el Te-Cito buscó poner en común el rol del activismo y la investigación feminista desde nuestras distintas realidades. De esta manera, la conversación giró en torno a tres ámbitos: el avance de las fuerzas conservadoras en Chile y España; el rol de la memoria y el movimiento social; y la conciliación del activismo y la investigación. 


Eva es española y estuvo de paso por Chile, lo que le ha permitido tomar perspectiva del movimiento feminista en España y reflexionar en torno a sus debates internos y los desafíos a los que se enfrentan, como también, explorar las similitudes y contrastes con los movimientos sociales de Latinoamérica. Desde las respuestas ante el avance de los populismos de derecha, dada la formación reciente de la coalición entre el Partido Popular y el Vox, hasta las propias divergencias del movimiento feminista en torno al trabajo sexual y los derechos de las personas trans, dan cuenta del escenario al que se ve enfrentado los feminismos y otros movimientos sociales en España. 

En su paso por Chile, Eva tuvo la oportunidad de visitar el Museo de la Memoria para conocer la lucha que ha llevado la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chile, de lo cual destaca la emoción que le causó la “cueca sola”. Esta experiencia, a 50 años del golpe de Estado en Chile, le permitió profundizar y sorprenderse por el rol que juega la memoria y la lucha que llevan los movimientos sociales en Latinoamérica por mayor justicia social y democracia, siendo descritos por ella como una “punta de lanza” y un horizonte al cual llegar para los países de Europa. 


Una última parte de la conversación, abordó los desafíos en conciliar el activismo y la investigación. Desde allí, comparamos cómo es la investigación-acción en los espacios académicos en España y Chile, cuestionando la tendencia a disociar ambos elementos, entendiéndose como procesos contrapuestos, sin permitir intersecciones. Aún en la actualidad, la investigación ha estado supeditada a discursos supuestamente “apolíticos”, que posicionan la labor de la ciencia desde un estado sacralizado, cuyas premisas deben mantenerse distantes a valoraciones morales y sesgos ideológicos. ¿Qué rol le queda a la investigación en la lucha por los cambios sociales? ¿cómo se es activista feminista en estos espacios? ¿cómo hacer feminismo desde la academia?

Estas preguntas, y los vaivenes en la conversación, risas y compañerismo nos llevan a una conclusión: la riqueza del feminismo está justamente en apostar por trastocar un orden completo, como una fuerza disruptiva que avanza y busca ir más allá de más derechos paras las mujeres (siendo un paso imprescindible para una sociedad más equitativa). El feminismo se dirige, por tanto, a alcanzar un cambio civilizatorio, un quiebre de paradigmas, que desde la propia reflexión personal y compartida, permita cuestionar cómo nuestros espacios de socialización y construcción de identidades han contribuido a un orden jerárquico, racista, que desconoce los cuidados, que destruye el medio ambiente, y la urgencia de que, desde movilizaciones feministas, avancemos en mayor redistribución, representatividad y reconocimiento, y donde la libertad individual se determine sobre la base de la libertad para todas las personas.