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Hace unos días visitamos la exposición “Soñar el agua. Una retrospectiva del futuro (1964 - )” de Cecilia Vicuña, artista visual, poeta, cineasta y activista chilena. 

Cuando ingresamos al museo, lo primero que vimos fue una enorme instalación llamada Quipu menstrual (la sangre de los glaciares) confeccionada con lanas naturales teñidas a mano en tonos rojos y terracotas. Derivado del vocablo quechua khipu, que significa nudo, atadura, el quipu fue un artefacto fabricado por civilizaciones andinas, el cual se utilizó para almacenar información, como por ejemplo relatos épicos de Incas difuntos. 

La formación de nudos implica necesariamente roces, roces que Vicuña va dotando de exploración artística y crítica social a lo largo de toda su obra y que en Quipu menstrual toman como punto de partida la justicia ecológica ante los procesos de degradación ambiental. 

Las culturas andinas, el golpe militar, la devastación neoliberal del paisaje natural, social y cultural, el lugar del cuerpo y el erotismo, el activismo feminista, son otros de los temas sobre los cuales Vicuña reflexiona en su producción artística. 

Les invitamos a visitar esta exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes (José Miguel de la Barra 650, Santiago, Chile) hasta el 3 de septiembre.

Francisca Mieres Soto